Despedíamos el 2018 analizando la tendencia del storytelling en los spots televisivos y hemos recibido el 2019 con una nueva tendencia en los logos de las grandes marcas: el blanding. Blanding con ‘L’.
El logo es un elemento esencial para mantener la identidad de marca, es la carta de presentación que permitirá al consumidor ubicar qué compañía es, cuál es su competencia y qué ofrece. Cuando se diseñaba un logo siempre se buscaba la originalidad y la diferenciación con su competencia, para poder quedar en la mente del consumidor.
Ahora se lleva lo contrario, el blanding es una tendencia que ha llegado con fuerza. Zara, Calvin Klein, Burberry o Balenciaga son marcas que se parecen cada vez más entre ellas. Sus identidades iniciales han desaparecido y se han optado por utilizar los mismos recursos, desarrollando identidades prácticamente iguales.
¿Por qué los logos se parecen tanto entre ellos?
La principal causa es internet. La red ha creado la necesidad de tener una imagen muy simple. Por ello, las grandes marcas – exceptuando Zara – han optado por suprimir las fuentes serifadas y las han sustituido por tipografías más lineales. Los colores vivos han desaparecido y el negro y blanco han cogido fuerza.
Además, debido a la adaptación a distintas pantallas y formatos y, con el nacimiento de las redes sociales, se busca que el logo se visualice y se entienda a la primera. Se destacan las letras y se transforma el imagotipo en un logotipo que permita encajarlo en todos los tamaños, sin perder visibilidad.
Otro de los motivos es también un asunto legal. Las marcas así pueden proteger su propiedad intelectual de la piratería, porque al suprimir el imagotipo, ya no puede lucirse la identidad de la misma manera que antes.
¿Se sumarán el resto de las compañías al blanding o conservarán su logo para mantener la identidad?